A veces se dice que estamos viviendo una euforia colectiva, o que la sociedad X es una sociedad enferma, o que hay una apatía general ante determinados hechos, o que la sociedad está harta de los políticos y, así, escuchamos muchas expresiones que nos confirman que existe una psicología colectiva (“…entre la psicología que estudia al individuo y la sociología que estudia a la sociedad entera hay un puesto para otra rama científica que podría llamarse psicología colectiva.” Sighele, 1891). Especulando con esta afirmación de que se pueden estudiar los procesos mentales colectivos y pensando que el estado psicológico de la ciudadanía puede quedar reflejado en la prensa, la tv, el arte y la cultura, se me ocurrió estudiar la cartelera de la temporada de teatro 2016-2017 de Barcelona para, agrupando las obras por temas, géneros, autores y procedencia de los autores, dejar abierta, a la discreción del lector, las sensaciones que le provoca esta programación y qué intuye del estado psicológico de la sociedad barcelonesa a la que va dirigida esta ristra de obras. Antes de dar mi opinión, después del análisis de los datos que expongo a continuación, me hago esta pregunta: ¿Habrá algo transversal en la cartelera que me pueda hacer pensar cuál es el estado psicológico de esta ciudad, está deprimida, está eufórica, está confusa? También puede pasar que llegue a la conclusión de que la programación es simplemente aleatoria y que sólo refleja la psicología de los programadores. Está claro que esta prueba es sólo un divertimento para los aficionados al teatro y otras artes.

cartelera1

De los más de ochenta espectáculos de la temporada de septiembre a diciembre he escogido las veinte obras más representativas y producidas en Barcelona:

OBRAS AUTORES Y PROCEDENCIA GÉNERO Y TEMA
L`inframón Jennifer Haley (norteamericana) Drama. La pederastia y otras fantasías en el mundo virtual
L’aplec del remei Anselm Clavé (catalán, 1824-74) Zarzuela. Concierto. Exaltación cultural.
El coratge de matar Lars Noren (sueco) Drama. Violencia familiar
La quinta del biberó La kompanya lliure (catalán) Homenaje a la batalla del Ebro
El curiós incident del

gos a mitjanit

Mark Haddon (inglés) Drama. Rito iniciático
El zoo de vidre Tenessee Willians (americano) Drama. Desencanto
Molt soroll per no res Shakespeare (inglés) Comedia romántica. Musical
Avui no sopem Antón Gómez y Jordi Sánchez Comedia agridulce. Relación familiar
Bon pare David Plana (catalán) Comedia amarga. Desmontando al padre
Scaramouche Rafael Sabatini (inglés) Musical. Dagoll Dagon. Drama revolucionario.
El llibre de les bêsties Ramon Llull (Mallorca 1232) Musical. Homenaje
Caiguts del cel Sébastien Thiéry (francés) Comedia ácida. Crítica al capitalismo
Art Yasmina Reza (francesa) Comedia. La incomunicación
La treva Donald Margulies (americano) Drama social. Consecuencias de la guerra de Irak
El bon lladre Conor McPerson (irlandés) Drama psicológico. Diálogo Interior
Ragazzo Lali Álvarez (catalana) Drama. Antisistemas y okupas
Revolta de bruixes Josep M. Benet (catalán) Drama social. Crisis ideológica
El petit príncep Saint-Exupéry (francés) Musical. Drama didáctico
El filósofo declara Juan Villoro (mejicano)  Reflexión filosófica
La note d´à côté Alfonso de Villalonga (catalán) Cabaret. Búsqueda y redención

 

teatro2

Siguiendo el divertimento que me he propuesto hago el siguiente análisis:

a) En cuanto a los títulos de las obras, de las veinte obras elegidas como importantes por la sala donde se representan y por la producción, sólo una está en castellano.

b) En lo de la procedencia de los autores, de los veinte solamente siete son catalanes, el resto son extranjeros (tres de América del norte, un sueco, tres ingleses, tres franceses, un irlandés, un mejicano y un mallorquín).

c) Los géneros abarcan ocho dramas, cinco comedias sociales o críticas, cuatro musicales, una reflexión filosófica, un homenaje y un cabaret.

d) Los temas dominantes son ideológicos, históricos y nostálgicos.

Con todo ello he llegado a la conclusión: si la mayoría de autores son extranjero es que no se va a reflejar la realidad de Barcelona en los escenarios y por ello nos vamos a reír poco de nosotros mismos y, por otro lado, con tanto análisis y reflexión y tanta nostalgia, se ve venir un posible aburrimiento. En definitiva, si nos vamos a reír poco de nosotros y, además, se vislumbra una cartelera aburrida, creo, con todos los respetos, que el estado psicológico que se puede reflejar de esta ciudad es: Barcelona necesita cariño.

 

Los comentarios están cerrados.