1/7/2016
He comprobado que escribir historias es adictivo. Ya estoy rematando el guion Contracanto y se me ha ocurrido escribir un relato corto de tres capítulos para el blog Bucaré Producciones. Nunca he escrito un relato y tampoco he escrito nada de género negro. Contracanto es una historia de amor llena de emociones lacrimógenas que era un género que no había practicado y ahora me meto en el género negro. Ahora tengo la duda si estos cambios de género son una huida hacia a delante porque no consigo realizar ninguno de mis guiones o es que ya me atrevo con todo porque he perdido los miedos que me impedían alejarme del género de la descomposición de los personajes.

2/7/2016
El diálogo de la escena cuatro, de ocho páginas, ya está a punto de gustarme. Me falta pulir el habla de los personajes. Todos hablan casi con el mismo estilo (correcto, culto, sin muletillas, recargado, poco gestual, etc). El habla (el uso personal de una lengua) es el último detalle del que te das cuenta cuando comienzas a reescribir.

3/7/2016
He visto la película Truman(2015), de Cesc Gay, con Ricardo Darín y Javier Cámara. Es una película de emociones contenidas, podría caer en el dramón lacrimógeno, pero lo supera con el truco  de que el protagonista obliga a todos los personajes cercanos a llevar el dramón por dentro y no mostrarlo delante de él. Emocionalmente funciona, para mí. El guión es otra cosa; la película demuestra que el cine está por encima del guión, decía, que el guion no tiene ni una sola reflexión, es pura acción, muy eficaz emocionalmente, pero no recuerdo ni un solo diálogo que me ayude a comprender a los personajes. Demasiado críptico y lleno de de gestos redundantes. El cine es pura imagen y el lenguaje tiene que esperar. Aprovecho la historia para hablar del ritmo, da la apariencia de que todo fluye a la francesa, como si fuera un Éric Rohmer, con sus diálogos infinitos y bellos y un ritmo exasperante. Pero no es así, en la película Truman es que no paran de hacer cosas, que eso es puro ritmo (ritmo trepidante), y cuando entra en la escena tiene un tempo lento, de miradas y gestos y parece que hablan, pero nada. La frase más larga es “Eres muy generoso”.

4/7/2016
Las reescrituras avanzan y los personajes se van conformando hasta que llegue el momento que se alejen tanto de mí que sean ellos. Raúl, el que había sido novio de Lidia y la traicionó, ha cogido una fuerza que no esperaba. Lo di por acabado cuando Lidia conoce a Fali, pero luego se volvió observador de Lidia y aprendió de ella hasta hacerse portador del climax final.

5/7/2016
La hija mayor de Fali (22 años) ha alcanzado una madurez que puede que no sea creíble. Su padre las había abandonado, a ella y a su hermana pequeña doce años atrás, y posiblemente eso la hizo madurar prematuramente, pero en este diálogo puede que tenga demasiados años.
SEC. 90- EXT. TERRAZA DE UN BAR. NOCHE

Lidia, Fali y sus hijas están sentados en una terraza.

HIJA 2 (LA PEQUEÑA)

(a Lidia)

No para de hablar de ti. Sois una pareja feliz.

LIDIA

Tu padre se deja querer.

HIJA 1 (LA MAYOR)
(muy dura)

Hasta que le exiges una responsabilidad.

FALI

(hundido)

Vuestra madre tenía razón, pero ya he cambiado. La vida me ha enseñado y os juro que no os voy a fallar…

HIJA 2

(asustada)

¿Por qué te has puesto tan serio, papá?

LIDIA

Vuestro padre siempre llega tarde a todo, pero ahora está aquí para quedarse.

HIJA 1

Si te creyera, Lidia, yo…, ¿tú te harías responsable de lo que le pueda pasar a mi hermana?

LIDIA

¿Qué le va a pasar?

HIJA 1

Una nueva frustración y no respondo por mi hermana.

Quizás una joven de 22 años no puede llegar a decir algo así de una hermana de 18 años. El diálogo se queda así de momento, porque el personaje no puede ser de otra manera para que Lidia pueda reaccionar como lo hace. Para un final sorpresa necesito que la hija mayor actúe con esa madurez. El temor es que cuando algo no es creíble para el espectador, éste se sale de la película.

 

6/7/2016

Cuando preparaba el artículo para el blog bucaré  producciones sobre 3 claves para valorar el guion de una película, he analizado tres películas, Truman de Cesc Gay, Regresiión de Amenábar y Los juncos salvajes de Techiné. Analizar el guion de estas películas me ha ayudado a comprender la importancia de conocer perfectamente a los personajes. En Truman son personajes que pueden ser cualquiera y nadie. No te quedan, se olvidan. En los juncos salvajes los personajes quedan porque están bien construidos, sólo pueden ser ellos. Alguien que conociste un día. Esta experiencia sobre la construcción de los personajes, que he resumido en, Alguien que conociste un día, no la voy a olvidar.  A veces tengo la tentación de ponerle una frase a un personaje para resolver un diálogo, pero si esa frase no le pertenece se arruina el personaje.  Cuando estudiaba guion nos decían, un diálogo no es repartir lo que quieres decir entre los personajes.

7/7/2016

Contracanto ya se está consolidando. Son 99 páginas de emociones expresadas. Nunca creí que pudiera escribir historias de personas que pueden llegar a ser felices. Yo pensaba que las personas que son felices cuentan su experiencia en la vida real, a sus amigos, a la gente, y que mi trabajo era contar los dramas que no se cuentan, la soledad, el desamor, lo sueños rotos, sentimientos reprimidos, celos, envidias, perversiones, etc. En esta historia de Lidia hay pequeñas pinceladas de estos temas, y el resto es común y corriente. Algo que le puede pasar a cualquiera. Un día leí, en un libro de teoría del guion, (AUMONT, JACQUES y MARIE, MICHEL.:- Análisis del film.  Editorial Paidós) que las historias se pueden dividir en dos grandes grupos, iliadas y odiseas.  Las iliadas (Días de vino y rosas(1962), de Blake Edwards) son las historias donde el/la protagonista baja a los infiernos (las drogas, la delincuencia, el alcoholismo, la depresión, etc.) y vuelve aprendiendo de la experiencia y las odiseas (Un mundo perfecto(1993), de Clint Eastwood) son historias en las que en un viaje, un recorrido, el/la protagonista tiene un experiencia trascendental y al acabar aprende de la experiencia. Pues yo añadiría a esta clasificación que también hay historias para mirar. Historias donde los personajes aprenden de los otros personajes.

 

8/7/2016

Estoy enfrascado en el relato que preparo para el blog. Me propuse dos retos, escribir un relato, que nunca lo había hecho, y que fuera de género negro que está a años luz de mis gustos. Si fracaso en el intento es que no puedo con todo. Acabo de escribir una historia de llorar (Contracanto) y ahora cuento una historia donde una joven, que trabaja en una residencia de gente mayor, graba los delirios de un anciano que cuenta cosas horribles y… y no sé más.

 

9/7/2016

Siento nostalgia de que mi guion Contracanto se me vaya despegando, ya casi no es mío. Cuando hablo con los amigos o con la gente que conozco sobre el guion, estoy pensando más en la próxima historia que en Contracanto. Ahora dialogar y hablar con la gente es una fuente de inspiración. Recojo como una esponja sus historias, sus opiniones, soy más un escuchador que un contador. Sólo cuando hablo de política se me va la mano, porque es tan efímera que no aguanta un relato. Hay que soltar lo que uno piensa, ya, porque la historia dura lo que tardas en dar tu opinión. Cuando hablo de amor lo puedo reproducir cuando quiera, cuando hablo de política me arrepiento dos minutos después.

 

10/7/2016

Ahora analizo la historia de cada personaje del guion. He conseguido que cada uno sea autónomo, que tenga vida propia; cuando no se domina la escritura de guion se suele caer en la debilidad de fraccionar los personajes. Recuerdo, cuando era profesor de guion, que leía cientos de guiones de cortos y largos, muchos estudiantes creaban un sólo personaje fragmentado en varias voces. Todo era mensajes cifrados o explícitos. La tendencia natural cuando uno empieza es mostrar todo lo que uno sabe, y cuando llevas tiempo escribiendo no das lecciones, buscas respuestas en lo que escribes.

 

11/7/2016

Contracanto era un reto de estilo y de búsqueda de respuestas sobre el amor. Lo del estilo lo he superado, me gusta hacer llorar, bueno, mejor digo intentar hacer llorar, porque si Contracanto se filma a lo mejor hace reír de lo tonta que es la historia. En cuanto a las respuestas sobre qué es el amor y si sé más sobre el amor, me quedo con la idea de que tengo ganas de escribir otra historia de amor. Algo es algo ante la complejidad del tema.

 

12/7/2016

Hoy ha salido mi artículo del blog, 3 claves para valorar el guion de una película. Ha sido una experiencia muy dura valorar películas, porque es algo tan subjetivo que me da miedo ser muy crítico con algún autor cuando debería apoyarlo incondicionalmente por lo difícil que es el arte del cine. Me imaginaba una película realizada con uno de mis guiones y a alguien diciendo una crítica como la mía, y me muero. Ser tolerante a la frustración es una pelea que hay que mantener siempre si quieres ser artista, pero debe de ser muy duro soportar la crítica después de los cientos de horas de trabajo que hay detrás de una película.

 

13/7/2016

Contracanto es ya el guion de Lidia, Raúl, Juana, Héctor, Fali, Abel, del joven paralítico y de las hijas de Fali. Nada acaba con esta historia, todos los personajes seguirán su vida y algunos amarán y serán amados. Una cosa que me gusta de esta historia es que todos los personajes son muy comunes. Lidia, la enfermera valiente y generosa que cuida hasta enfermos de ébola, sólo quiere que la amen y amar. Raúl, el médico eminente que confunde amar con poseer. Juana, la funcionaria que enamora al empresario y no sabe si lo ama. Héctor, el marido de Juana, que ve el amor como una inversión. Fali, el fracasado en la vida, que aprende a amar y comprometerse. Abel, el camarero chulo, que lo ciega el placer y deja el amor para mañana. Las hijas de Fali que recuperan el amor de su padre. Y el joven accidentado aprovecha cualquier oportunidad para amar a los que le rodean. La épica del día a día crea héroes anónimos que me hacen creer en el amor.

 

14/7/2016

Le he dado un repaso leído al guion y ya no podía tocar ni una coma. Al acabar la lectura lo he firmado y se me mezclaron todas las sensaciones que he tenido durante todo el proceso de la escritura. Desde los momentos duros de la búsqueda y exploración sobre el tema hasta esos chispazos de adrenalina que han producido los diálogo que me han gustado. Acabar una obra es alegría y al mismo tiempo nostalgia. Gracias que hace unos días me propuse crear un relato, género que no he escrito nunca, y parece que la orfandad de acabar el guion me durará poco.

 

15/7/2016

He escrito las dos primeras páginas del relato. Escribir y tener que decirlo todo, desde lo que veo, mis pensamientos sobre lo que cuento, los diálogos mezclados con los detalles de cada acción, los pensamientos de los personajes, etc., madre, todo eso me lo saltaba en los guiones. Ahora lo que no esté escrito no existe. Cuando escribía un guion sabía que sólo preparaba una propuesta para que el director lo convirtiera en una obra acabada, ahora la obra se acaba en cada frase, no se puede volver atrás cuando entregue el relato. No sé si voy a superar el hecho de que tengo que reflejar todos los detalles habidos y por haber para que el lector reciba exactamente (aproximadamente) lo que quiero contar. Un fragmento de lo que he escrito muestra el salto narrativo entre un guion y un relato:
“El viejo Wilson está sentado en su silla de ruedas y mira por la ventana. Su mirada mortecina da miedo. El panorama que el viejo Wilson ve por la ventana es un roble tan frondoso que casi le impide ver el resto del jardín de la residencia. Su habitación tiene una sola cama y es tan austera y tan beige como todo el edificio. Wilson tiene unas marcas en el cuello y un pómulo inflamado.
En una rama del roble hay un pajarito que lo picotea todo y no deja de cantar. A Wilson se le mueven levemente todos los músculos de la cara cuando lo ve. No llega a esbozar una sonrisa, pero como si lo fuera, después de ver la cara que tenía cuando llegamos cualquier gesto debe de ser una muestra de felicidad para él. Wilson cierra los ojos por un momento y cuando los abre tiene una expresión de hombre malo. Da miedo, como si hubiera sufrido una transformación diabólica. De repente, dirigiéndose al pajarito del roble, suelta una exclamación gutural, como si diera una orden militar. El pájaro se espanta.”

Esta manera de escribir me obliga a ser observador de los detalles, algo que en el guion no es necesario. Espero disfrutar escribiendo mi nueva historia.

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