La neurociencia dice que las grandes decisiones nacen de la materia del inconsciente que se ordena justo antes de que la razón actúe; por lo tanto la voluntad es una cualidad dudosa, San Juan de la Cruz, en su Cántico espiritual, renegaba de su voluntad para no ofender a su dios y, si añadimos, que la mirada del observador, según la mecánica cuántica, altera el comportamiento de las partículas subatómicas, ya tenemos los ingredientes en los que he basado mi guion La mirada.

neurociencia-y-la-mirada

La mirada es la historia de un personaje misterioso (Orlando) que observa a los demás personajes en el pasado y en el presente e interactúa con ellos y altera sus
comportamientos.

La mirada es el primer guion que escribo sin argumento ni escaleta previos. Cada día me sentaba sin saber qué ocurriría ni qué nuevos personajes podían aparecer en la historia. Intentaba ser fiel al principio de la neurociencia de que la razón va detrás del inconsciente.

La inspiración para embarcarme en el guion me llegó de San Juan de la Cruz, un poeta que releo de cuando en cuando, y en uno de sus poemas vislumbré que San Juan sufría cuando comprendía el mundo y actuaba para cambiarlo, pensaba que era un acto de soberbia contra su dios. San Juan es uno de los poetas más grandes de nuestra literatura. Cuando escucho el Cántico espiritual cantado por Amancio Prada es la emoción pura.

Después de dejar asentar esta tesis de que San Juan renegaba de su voluntad, me dediqué a estudiar qué es la neurociencia. Comencé con lecturas de textos y visionado de conferencias sobre el tema. En esa búsqueda encontré las conferencias y textos de Facundo Manes, es un investigador de la neurociencia argentino. Sus análisis y teorías me hicieron pensar que nuestra memoria genética y nuestra memoria del inconsciente tienen un peso en nuestras vidas más grande que el medio. Según esta teoría, el determinismo biológico y el determinismo social dejan la voluntad para los actos comunes y no para los actos trascendentes. Con este análisis ya tenía materia para empezar una historia. Pero al ser una teoría poco probada y siguiendo mi estilo de no dar lecciones, se me ocurrió que si le daba un toque de fantasía a la futura historia me distanciaba de la teoría y la convertía sólo en un pretexto. Y va y se me ocurre que podría haber un narrador en segunda persona, pero cómo, y pensé en uno de los principios de la mecánica cuántica: la mirada del observador altera el comportamiento de las partículas subatómicas. Así nació el personaje de Orlando, que ve las vidas de los demás, pero no recuerda exactamente lo que ha visto.

Orlando es un inspector de policía que sufre algún trastorno y le hacen unas pruebas psicológicas para diagnosticar su estado.

La escena dos de la historia comienza en el despacho de la psicóloga especialista en neurociencia:

2- INT. DESPACHO DE LA PSICÓLOGA DENTRO DE LA COMISARÍA.DÍA

Vemos a toda pantalla unas imágenes de tv

-ESCENARIO DE TEATRO. NOCHE

Un JOVEN actor recita un poema de San Juan de la Cruz en un escenario.

De decorado sólo vemos, ocupando todo el ciclorama, en un gran mural pintado a mano, imitando el estilo Warhol, una reproducción del cartel de la película “El imperio de los sentidos” de Nagisa Oshima.

 

JOVEN RECITADOR
Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Y luego a las subidas
cavernas de las piedras nos iremos,
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos.
Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.

La imagen se queda fija.

La PSICÓLOGA, de unos cuarenta años, tiene el mando de la tv en la mano.
Orlando, es inspector de policía, y mira la imagen fija del actor que recita.
Orlando viste con un traje discreto y con poco garbo.

ORLANDO
(escéptico)
No entiendo nada.

La psicóloga toma notas en un formulario.

PSICÓLOGA

Inspector, este test consiste en decir una frase espontánea inmediatamente después de que yo pare la proyección.

ORLANDO

¿Aunque sea una frase absurda?

PSICÓLOGA

De eso se trata, cualquier frase, luego hablaremos de esa frase y…

FUNDIDO A:

La psicóloga le da al mando de la tv.

 

Cuando acabé la escena me dije a dónde va a ir esto y, no sé cómo, llegué hasta página 151.
El personaje de Orlando podía observar a los personajes de algunas historias y participar en otras. Ese juego entre el narrador omnisciente y el narrador en segunda persona me sirvió para ir más lejos en la búsqueda de lo que me preocupaba en ese momento, ¿qué nos lleva a tomar las grandes decisiones? Me preguntaba, cuando lo dejamos todo, cuando nos emparejamos, cuando hacemos daño a alguien, cuando lo damos todo por los demás, etc., ¿podríamos recordar el razonamiento que nos movió a hacerlo?
El personaje de Orlando podía viajar en el tiempo y me ayudaba a comprender las decisiones de los personajes. Éramos dos voyeur contando historias.

Cuando el guion llegó a su fin recoloqué algunas escenas sin alterar las historias y el guion comienza con una escena tétrica que no sé explicar por qué está ahí:

1- INT. SALA DEL TANATORIO. DÍA

En la sala del tanatorio sólo está ORLANDO, de unos cuarenta y cinco años, está de pie, en una pose respetuosa, mirando hacia abajo. Viste traje sin corbata y de poca calidad. Su rostro es la imagen de la derrota. Cansado y ojeroso.

Delante vemos un féretro que está descubierto por la mitad.

Dentro está OFELIA, de unos cuarenta años, muerta. Tiene las manos sobre el pecho y entre ellas tiene una rosa roja. Era muy bella. Seguimos sus facciones lentamente.

La mirada es el guion que más releo porque es el más me cuesta comprender. Utilicé todas estas posibles premisas:

POSIBLES PREMISAS

– Vidas paralelas y toma de decisiones.
– ¿El observador influye en la realidad que observa?
– El inconsciente y la selección de la información.
– Alcance de la voluntad.
– Hacer algo y no saber por qué.
– ¿Lo inesperado es azar o el futuro se estaba gestando?
– No desees lo que estás pensando porque se puede cumplir. ¿Intuición o información que se está procesando a tu pesar?
– ¿La modificación del pasado puede cambiar el presente?
– ¿Libertad o determinismo genético, o ambiente, o inconsciente, o azar, o formación, o alienación, o miedo a la libertad, o sumisión, o religión, o sectarismo, o autocensura, o un poco de todo?
– ¿Recordamos, o interpretamos el pasado?
– Los humanos no estamos sometidos a las leyes de las partículas subatómicas, pero lo parece.

Con todas estas dudas es un placer ser escritor porque sólo tengo que compartirlas y cuidarme de no dar respuestas.

 

Bibliografía

Neurociencia Cognitiva

Cuánitca y Relatividad – Teorías del todo

 

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