Cuando se acaba un año solemos hacer un balance de todo lo que medio hemos olvidado haber prometido o deseado, y, cuando comienza un nuevo año pocos se libran de pedir mil deseos (desde el que se consiga la paz en el mundo hasta el deseo de que no le deje su amor) y hacerse cuatrocientos veinticinco propósitos. ¿Los deseos y los propósitos son cada vez más modestos según pasan los años o me lo parece a mí?

Al aceptar enfrentarme a estos dos hechos casi ineludibles, el de hacer un balance del año que pasa y pedir deseos o hacerme propósitos para el año que viene, y hacerlo además por escrito, me ha producido vértigo y euforia a la vez, como cuando me asomo a un acantilado y me dan ramalazos de tirarme como si la caída fuera un placer.

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Este año pasado, además de pedir los mil deseos correspondientes (que no voy a valorar porque son mil), sólo me hice un propósito, hacerme profesional como guionista y dramaturgo (cuatrocientos veinticinco propósitos me parecían demasiados).

Para llevar adelante esta única propuesta, que nació por el mes de enero de 2016, se nos ocurrió, a Adrián Rodríguez y a mí, que trabajamos juntos, crear una productora: Bucaré producciones (el bucaré es un árbol de Sudamérica que produce una flor como la del logo de la productora). En la productora Adrián se encarga de la parte de promoción en las redes, del trabajo visual, del diseño y de la gestión, y de la parte creativa me encargo yo, escribiendo en el blog de la productora artículos sobre teatro y cine, un diario de aquello que ha influido en lo que estoy escribiendo y apuntes sobre la técnica de la escritura dramática.

El blog de la productora es bucaréproducciones.es y tiene como objetivo conseguir interesar a alguna productora por el trabajo que hacemos y proponerle que conozca los nueve guiones ya escritos, de los cuales tres se pueden filmar y representar indistintamente y, a partir del intercambio de ideas, ver la viabilidad de los proyectos y asociarnos para realizarlos.

También hemos hecho una autoedición del proyecto de la obra La noche en formato de teatro para llevarlo a los teatros si aceptan leer la obra.

estrella

Todas mis historias tratan de las secuelas psicológicas que creo que esta sociedad va dejando en las personas que sobreviven:

“Mai mès”, es un monólogo donde el amor y la demagogia se hacen daño. Tiene 18 páginas.

“Nadie”, es una historia de amor y fanatismo que acaba en tragedia. Llega a 93 páginas.

“Rokalia”, es un diálogo entre una máquina que hace de coaching y un ejecutivo que está encantado de conocerse. Tiene 63 páginas.

“Siroco”, cuenta la historia de cuatro mujeres desarraigadas, que trabajan como grupo musical en un antro de mala muerte, y que van a la deriva. Son 73 páginas.

“La noche”, una mujer burguesa es maltratada psicológica y físicamente por su marido durante veinticinco años, y ella le paga a un sicario para que acabe con él. Hasta 95 páginas.

“El puesto”, una joven entra en un mundo de adultos donde hay un conflicto familiar enquistado, e, involuntariamente, acaba cayendo en una relación incestuosa. Ya son 114 páginas.

“La calle”, es una historia coral donde siete personas se encuentran por casualidad y comparten sus siete soledades diferentes. También tiene halos de tragedia. Aquí nos quedamos en 116 páginas.

“La mirada”, es una historia coral, pero hay un personaje fantástico que observa todas las historias e influye en algunas a su pesar. En esta llegué a 151 páginas.

“Contracanto” (escrito en 2016), es mi primera historia de amor que tiene un final feliz. De las 101 páginas en noventa y nueve nos cuenta la agonía (o no tanto) de una joven y sólo es feliz unos minutos.

La escritura de guiones la he aplazado de momento hasta conseguir sacar adelante alguno de ellos y me he embarcado en la escritura de mi primera novela para no dejar de escribir, que ya es un vicio para mí. Ahora que lo pienso, la novela no me la había propuesto cuando comenzó el 2016.

En resumen, el balance de las acciones que hemos hecho para cumplir el propósito del año 2016 de ser profesional ha sido muy satisfactorio (hemos creado la productora junto con Adrián, he escrito más de veinte artículos para el blog, un diario creativo de más de sesenta páginas, hemos editado La noche, he creado el guion Contracanto y he escrito las más de cien páginas que llevo de la novela, quiero llegar a trescientas páginas), pero el balance referido al objetivo del porqué de todo este trabajo…, creo que era que alguna productora se interesase por nuestras creaciones… ¿o lo he olvidado?

Para 2017, además de pedir los dos mil deseos de rigor, me vuelvo a hacer un único propósito: SEGUIR TRABAJANDO.

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