La mayoría de los talentos de cada época se dedican a aquellas actividades más valoradas por la sociedad: desde la búsqueda del poder y la riqueza a actividades altruistas y heróicas.  En esta época, donde la acumulación de capital desde la nada es algo mítico, los talentos crean grandes empresas (Bill Gates y Microsoft; Zuckerberg y Facebook; Steve Jobs y Apple); en los momentos creativos los talentos se dedican al arte, la música y la literatura y nacen corrientes artísticas universales (el renacimiento, nuestro Siglo de Oro, la generación del veintisiete, el boom sudamericano); en épocas de descubrimientos y aventuras los talentos son grandes marinos, exploradores y científicos brillantes (Colón, Darwin, Einstein); en situaciones convulsas los talentos asumen el liderazgo de los movimientos sociales y políticos liberadores (Robespierre, Lenin, Mao, el Che); en las épocas de la fama y la notoriedad frívola, que anula cualquier otra actividad relevante,… no sigo,  en esas etapas, creo, los talentos duermen, esperando su momento, porque, podrán ser ruines como algunos de los que he nombrado, pero nunca serán mediocres.

     Aplicando esta hipótesis a la literatura en catalán escrita por menores de cuarenta años, se puede decir que nunca ha sido tan próspera su producción como en la actualidad. Según la Federación de Gremios de Editores de España, en 2017, de los  87.292 nuevos títulos editados en todo el país, el 75,6% se publicaron en castellano, un total de 65.961; el 13,8% en catalán (12.041); en gallego, 1.747 (2,3%); en euskera, 1.562 (2%); y en otras lenguas, 4.246 (5,6%). La razón la podemos encontrar en el hecho de que en los últimos cuarenta años la lengua única y la cultura casi única de la enseñanza ha sido el catalán y, por ello, escribir en catalán multiplica el prestigio y el reconocimiento social. 

     La contrapartida ha sido que escribir en castellano en Cataluña es pura resistencia y, como consecuencia, la creación en castellano de los menores de cuarenta años no está en el mejor momento.  Se editan muchos libros en castellano, porque la mayoría de las grandes editoriales están ubicadas aquí, pero son autores de toda España y Sudamérica. El consuelo que nos queda es que los viejos maestros (Juan Marcé, Eduardo Mendoza, Rosa Regás) publican en castellano de cuando en cuando.     

     ¡Cuántos talentos hemos perdido para la literatura y la cultura en castellano en Cataluña!

     Esta misma hipótesis, y este lamento, se podrían aplicar al teatro, al periodismo, al arte.

     Este análisis sobre la actualidad  me lleva a hacerme preguntas sobre la historia de la literatura catalana (en castellano y catalán) de los últimos ochenta años:

     -¿Cuál ha sido la relevancia social de ambas lenguas desde la posguerra a la actualidad?

     -¿Alcanzaron ambas literaturas el mismo prestigio en algún momento de este periodo?

     -¿Se ha alcanzado alguna vez algún grado de convivencia y cohesión de ambas lenguas y culturas?

     Para intentar encontrar respuestas seguiré con un análisis de: a) la literatura en catalán creada en Cataluña y  b) la literatura en castellano creada en Cataluña.

     a) La literatura en catalán creada en Cataluña

Durante la dictadura

     Durante la dictadura en Cataluña se censuraba el contenido y se reprimía la lengua catalana, nada puede ser peor, en cambio, grandes autores y autoras  en catalán se forjaron durante la represión y todavía siguen siendo grandes en vida y en el recuerdo.

     Una muestra de la larga lista de  grandes autores y autoras en catalán la podemos ver en esta relación de los galardonados con el premio Lletra d´Or desde 1956 a 1975:


◦ 1956 Salvador Espriu, por Final del laberint.
◦ 1957 Josep Pla, por Barcelona.
◦ 1958 Josep Carner, por Absència.
◦ 1959 Ramon d’Abadal, por Els primers comtes catalans.
◦ 1960 Clementina Arderiu, por És a dir.
◦ 1961 Josep Vicenç Foix, por Onze Nadals i un Cap d’Any.
◦ 1962 Joan Oliver (Pere Quart), por Vacances pagades.
◦ 1963 Joan Fuster, por Nosaltres els valencians.
◦ 1964 Josep Benet, por Maragall i la Setmana Tràgica.
◦ 1965 Jordi Rubió, por La cultura catalana, del Renaixement a la Decadència.
◦ 1966 Manuel de Pedrolo, por Cendra per Martina.
◦ 1967 Gabriel Ferrater, por Teoria dels cossos.
◦ 1968 Marià Manent, por Com un núvol lleuger.
◦ 1969 Xavier Rubert de Ventós, por Teoria de la sensibilitat.
◦ 1970 Joan Teixidor, por Quan tot es trenca.
◦ 1971 Alexandre Cirici, por L’art català contemporani.
◦ 1972 Joan Coromines, por Lleures i converses d’un filòleg.
◦ 1973 Maurici Serrahima, por Del passat quan era present.
◦ 1974 Joan Vinyoli, por I encara les paraules.
◦ 1975 Vicent Andrés Estellés, por Les pedres de l’àmfora.

     Si añadimos autores y autoras como: Pere Calders, Mercè Rodoreda,  Josep Maria Espinàs, Terenci Moix, Montserrat Roig, Jaume Cabré, Joan de Sagarra,  Emili Teixidor, y así una lista de decenas de autores/as, podemos decir que de los años cincuenta al setenta y cinco Cataluña vivió una Edad de Oro de la literatura en catalán.    

En el periodo democrático

     Desde los ochenta hasta ahora, la literatura en catalán alcanza un nivel de autores inabarcable. Ha habido momentos en los que todo lo que se escribía en catalán era editado con dinero público. Yo lo llamaba literatura al peso. A las escuelas y bibliotecas nos llegaban libros realmente infumables. Pero como todo, la literatura en catalán  se fue ajustando a los cánones de calidad y seguro que hay  autores jóvenes muy respetables; lo que ocurre es que si en otro tiempo se hacía literatura al peso con solo escribir en catalán,  hoy se edita sólo por el hecho de hablar a favor, o ser ambiguo, ante la endiablada actualidad de Cataluña. Esta es la etapa de la literatura militante.

Por ejemplo, de la lista que sigue, que son los autores y autoras que escriben en catalán que más han vendido el Sant Jordi de 2019, tendría que leerlos todos para saber quién hacen literatura militante y quién no:    

Sergi Pàmies, Jordi Cabré, Rafael Nadal, Jordi Lara, Marc Artigau, Toni Sala, Silvia Soler, Gerard Quintana, Salvador Masip, Mas Cravioto, Alba Dalmau, Víctor García Tur, Joaquim Carbó, Miquel de Palol, Joan Benesu, Melchor Comes, Ramon Mas, Ana Moner y Neus Canyelles.

     Yo creo que un/a  artista debe ser un notario y un crítico de su época y, ya sea por prejuicios en algunos casos, o por constatación en otros, creo que la literatura en catalán se ha convertido en una masa informe donde no se distinguen las individualidades.  ¿Por qué no hay movimientos en la literatura en catalán para orientar a los lectores? Por ejemplo, defensores del sistema, contrarios al sistema, contemplativos, experimentales, inclasificables, religiosos, polemistas, etc.  Cuando lees autores/as de la generación del veintisiete, o del boom sudamericano, sabes que todos/as se movían, desde la individualidad, en un marco de defensa de las libertades y derechos civiles. Seguro que en Sudamérica se pueden encontrar otras corrientes literarias con otros objetivos. Cuando lees la Generación beat americana, de la década de los cincuenta, se define por el rechazo a los valores estadounidenses clásicos, la libertad sexual y la filosofía oriental.

beat generation journalist  

     Lo mismo debe de pasar en el cine y el teatro en catalán. Con excepciones también es teatro y un cine militante. Después de este análisis de la literatura en catalán en el periodo democrático digo:

     ¡Cuántos talentos hemos perdido para la literatura y la cultura en catalán!

     b) La literatura en castellano creada en Cataluña

Durante la dictadura

     En esta etapa la literatura en castellano en Cataluña sufrió la censura como en toda España, pero al ser el lugar de las grandes editoriales (Barral, Barcells, Planeta, Alfaguara, Anagrama y otras), que editaban a los autores sudamericanos más prestigiosos, creó también un boom de la literatura catalana en castellano:

Juan Marsé,  Mercedes Salisachs, Rafael Argullol, Javier Cercas,  Enrique Vila-Matas, Carlos Ruiz Zafón, Enrique de Hériz, Núria Amat , Eduardo Mendoza, Maruja Torres, Rosa Regás, Ana María Matute, Juan y Luis Goytisolo, Enrique Badosa, José Corredor-Matheos, Francisco Ferrer Lerín, Félix de Azúa, Cristina Fernández Cubas, Vázquez Montalbán, etc, o editores como Beatriz de Moura y Jorge Herralde,  e incluso un crítico y escritor prestigioso como Juan Antonio Masoliver Ródenas, o el excelente articulista que es Joan de Sagarra, por citar a algunos de los más conocidos…

En el periodo democrático

     En este periodo sigue dominando la literatura de los autores citados en la relación anterior y los jóvenes autores escriben indistintamente en castellano y catalán, pero son  inclasificables:

Horacio Altuna, Xavi Ayén, Eva Baltasar, Paula Bonet, Maite Carranza, Flavia Company, Najat El Hachmi, Marina Garcés, Jordi Gracia, Gabi Martínez, Matías Néspolo, Miqui Otero, Alejandro Palomas, Javier Pérez Andújar, Jordi Puntí, Llucia Ramis, Care Santos, Jordi Sierra i Fabra, Clara Usón, Sergio Vila-Sanjuán, Carlos Zanón… 

     Después de este análisis, mi conclusión es que las dos lenguas, y las dos culturas, convivieron activamente en el periodo de la dictadura y que en el periodo democrático  ambas lenguas y ambas culturas han sido perjudicadas porque la educación no ha asumido los principios básicos: educar en el espíritu crítico y el pensamiento libre (no en la salvación de la lengua y la cultura catalana), alimentar el amor a las dos lenguas mostrando la belleza que ambas pueden llegar a transmitir, exaltar por su valía artística a autores/as de ambas lenguas para que los/as jóvenes los sueñen y quieran ser escritores libres de presiones. Es urgente no cejar en la lucha,  como en los años sesenta y setenta, por la convivencia de ambas lenguas y culturas.

     Mis propuestas (utópicas) ante esta situación son:

     -Primera propuesta: Los creadores libres de ambas lenguas deberían  crear un movimiento que haga frente  a esta división cultural y lingüística y traspasarlo a las escuelas, a los teatros, a la prensa, para despertar a todos los talentos silenciados o domesticados que está provocando esta sociedad polarizada.

      -Segunda propuesta: Yo me imagino el TNC con una programación de seis meses en castellano y seis meses en catalán, y alcanzo a ver, que los espectadores disfrutarían indistintamente de ambas programaciones doblando la asistencia en ambas temporadas (sueño).

     En el próximo artículo continuaré con los temas didácticos. Los siguientes conceptos a tratar serán: Tipos de conflictos. Antagonistas y fuerzas antagónicas. Subtramas.